En el antiguo poblado de Piedra Blanca, a la vera del viejo camino conocido popularmente como “La Callecita”, se emplaza la histórica casa natal del ilustre fraile catamarqueño Fray Mamerto Esquiú. Nacido el 11 de mayo de 1826 en el seno de una humilde familia, Mamerto de la Ascensión Esquiú y Medina se transformaría en una figura reconocida políticamente en todo el país por su encendido discurso patriótico conocido como “Sermón de la Constitución”, pronunciado en el año 1853 con motivo de la sanción de la Carta Magna.
Esta pequeña vivienda posee las características tipológicas y constructivas propias de las zonas rurales del Noroeste: edificada en adobe, presenta una planta rectangular de cuartos alineados en la que se distribuyen tres pequeñas habitaciones. Sus gruesos muros portantes, terminados con un simple enlucido de barro, presentan escasas aberturas de muy pequeñas dimensiones.
Otras particularidades distintivas de esta construcción son sus solados de ladrillo sin cocer y la tradicional cubierta a dos aguas realizada en caña, paja y torta de barro. Se destacan detalles como el de la puerta de ingreso, que al no poseer bisagras metálicas utiliza el sistema pivotante de madera conocido como quicio, un elemento que nos habla de modos constructivos pasados referidos a aquellos tiempos históricos previos o contemporáneos a nuestra Independencia.
En 1941 se levantó un templete de estilo art déco con el fin de cobijar y proteger la construcción original, transformándola en casa-museo. A partir de la confirmación del milagro de curación de una niña por la Santa Sede, el papa Francisco decretó el 19 de junio de 2020 su beatificación, proceso que culminó el 4 de septiembre de 2021 en la explanada de la Iglesia de San José de Piedra Blanca con el acto de su proclamación pública.
La Iglesia de San José, se erige frente la plaza principal y su espalda es resguardada por la bella sierra de Fariñango. Su construcción se inicia hacia 1820, aunque recién es concluida alrededor de 1870. Es un ejemplo final de la arquitectura poscolonial, cuyo marco histórico es la etapa de gran prosperidad que transcurre entre las gobernaciones de Manuel Navarro (1845-1852) y de su hijo Octaviano (1856-1859 y 1873-1876). En su tipología se aparta significativamente de la arquitectura colonial de las áreas rurales. De nave estrecha y profunda, cuenta con un retablo de mampostería en el muro testero del presbiterio.
Sus aspectos más notables son la cubierta abovedada de anchos arcos fajones –similares al caso salteño de Cachi– apoyados sobre enormes contrafuertes que, hacia ambos lados y en sentido perpendicular a los muros, se prolongan formando recovas exteriores de arcos sucesivos. Al alivianarse mediante estos arcos de medio punto, se libera la espacialidad de la galería, de interesantes perspectivas, y se incluyen poyos o asientos de descanso para reuniones antes y después de la misa, sirviendo de porche y fresco resguardo destinados a quienes arribaban a caballo, en carreta o carruaje.
Ostenta dos torres de diferente altura y morfología construidas en piedra laja –un modo característico de la zona, también empleado en la iglesia de los Varela–, una de ellas almenada simulando una torre-mirador fortificada y la otra con campanario de cupulín piramidal hexagonal. El paño central de la fachada con rosetón está tratado al modo neoclásico, con frontis y nichos entre pilastras apareadas, motivo que nos recuerda las obras del siglo XVIII del arquitecto jesuita Andrés Blanqui: la Catedral de Córdoba y el Cabildo y la Iglesia del Pilar en Buenos Aires.
En su interior se encuentra el púlpito,que perteneció a la Iglesia Matriz,de la capital de Catamarca,desde donde el Fraile Franciscano Fray Mamerto Esquiú, pronunció su célebre discurso el 9 de Julio de 1853
El día lunes 19 de marzo de 2018, en la Solemnidad de San José, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, consagró el altar, bendijo el ambón y dedicó el histórico templo de San José, en Piedra Blanca, departamento Fray Mamerto Esquiú.
Tras la lectura del decreto por el cual se autoriza la consagración del altar y la dedicación del templo, se dio a conocer una carta del anterior párroco de esa comunidad, Pbro. Julio Murúa, quien se asoció espiritualmente a este acontecimiento.
Seguidamente, el Obispo bendijo el agua con la que roció las paredes del templo y a los presentes, y luego el ambón desde donde se proclamó la Palabra de Dios.
Textos: Sergio López Martínez.
Fuentes:
https://www.argentina.gob.ar/cultura/monumentos/iglesia-san-jose-piedra-blanca
https://www.catamarcactual.com.ar/informacion-general/2018/3/19/consagrado-dedicado-histricp8o-templo-jos-piedra-blanca-152739.html